Guadalupe venció a Comu 31 a 23 y abraza por primera vez la punta en soledad.
Ni hasta el más optimista de los de Palermo hubiera soñado con este resultado ni tampoco pensado que el billete de “15 peso” de Edu sería premonitorio. Los muchachos de Guada se habían propuesto demostrar que su nivel no era el de las últimas fechas, sino el de las primeras, y los players del cartero serían testigos honorables de este hecho. La única parte del partido en la que Comu insinuó algo fueron los primeros cinco minutos. El central con sus desdobles y el armado izquierdo proyectándose hacían prever una tarde- noche complicada, pero los palermitanos ajustaron la defensa y nada de eso sucedió. Fue un triunfo de punta a punta, avalado por un rigor defensivo que empezaba con los arqueros y continuaba con la marca dura de todo jugador que le tocaba entrar. El primer tiempo se cerraría con una ventaja de 5 goles producto de contraataques y jugadas bien elaboradas desde la primera línea del nuevo puntero. Comunicaciones jamás despertó, el plantel largo que tenía Guadalupe generaba una rotación perfecta en donde el que entraba rendía igual o mejor que el que salía. Se lucieron todos, pero este humilde redactor va a hacer hincapié en dos actuaciones particulares. “El mas longevo y el mas pendejo”, varias generaciones los separan pero el Domingo pasado los unió la entrega y el buen rendimiento. Joaco, por su parte, clausuró el arco e hizo poner nervioso a varios jugadores rivales con sus atajadas. Comu insistiría pero no hubo caso, el pibe le puso candado y a otra cosa! “Si en ataque se ponen las pilas este partido se gana tranquilo” habría dicho. En la faceta mencionada de meter los goles todos acompañaron el tandem goleador de Maringa con anotaciones varias pero he aquí una lineas para el finteador más rápido del oeste. Allá a lo lejos, en ese asado en honor al primer campeonato, algunos desubicados del sector quilombero de la punta lo homenajearían al grito de “ el soldador, el soldador” y parece que Gabi se hubiera acordado de dicho apodo porque, El finteador Warley ,soldó el partido con tres goles importantísimos. Su finta furiosa terminando en el piso gritando el gol con alma y vida no pudo destronar en cuanto a popularidad a la cagada de fernícola pero vale la pena recordarla.
Guada cumplió la profecía de las tres G: ganó, gustó goleó y se quedo con la punta del torneo. Todavía faltan partidos para asegurarse el objetivo que es ascender pero a estos pibes el sueño de quedarse con todo no se los saca nadie! Ahora toca Sedalo y los de Palermo saben que no vale relajarse, de local ante su público está prohibido perder.
FELICITACIONES!!!!
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